Cuando los arqueros del equipo rojinegro terminaron su calentamiento, Orozco se dirigía de regreso a los vestidores cuando fue fuertemente abucheado por la afición presente en el Volcán.
Fue entonces que Orozco, sin voltear a la tribuna, puso su dedo índice frente a su boca y posteriormente llevó ese mismo dedo a su oído y lo movió de un lado a otro dando a entender que "no escuchaba" los abucheos.
Aunque desde entonces ha vestido las camisetas de Santos Laguna y los propios Xolos, ni él y la parcialidad de Tigres olvidan la fuerte rivalidad que existe entre ambas partes.