El 28 de febrero de 1979 el club Atlante registra al jugador Ricardo Antonio La Volpe como refuerzo, una semana después, el portero argentino llega a la Ciudad de México.
Ricardo Salazar | Descifrando el código La Volpe
De 60 competencias oficiales a nivel de clubes y selecciones ganó solamente tres, todos en casa.
El 30 de marzo de 1979, tras la lesión de Armando Franco, La Volpe hace su presentación de el Campeonato de Liga del futbol mexicano enfrentando al Tampico en el Estadio Azteca. El primer gol que recibe es curiosamente un autogol de su compañero Emilio Gallegos, sin embargo, los “Potros” se imponen dos goles por uno.
No fue la primera vez que La Volpe jugaba en el Coloso de Santa Ursula, cuatro años antes, visitó la capital mexicana con la selección de Argentina que participó en un cuadrangular internacional junto con el equipo anfitrión, México, además, Costa Rica y Estados Unidos.
Desde un principio Ricardo fue centro de polémica con sus declaraciones y posturas, no entrenaba al parejo de sus compañeros. Gustaba salir del área para jugar de líbero, pero le trajo muchos contratiempos, en ocasiones, se iba a rematar al área enemiga aunque nunca tuvo éxito.
Esas habilidades las terminó demostrando en la final por el título 1981-82 contra el Universitario de Nuevo León que se definió en series penales. La Volpe fue el cuarto ejecutor del Atlante y anotó, siendo el único azulgrana que acertó. Consecuentemente, Tigres se llevó el trofeo.
Esa fue la última actuación en la portería del Atlante. Al pertenecer junto con el club Oaxtepec al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue transferido a los “Halcones”.
De pelear el título, el guardameta se fue a luchar por no descender. En la última jornada, el equipo del balneario ganó como visitante a la Universidad de México y se salvó de participar en la liguilla por la permanencia.
En el siguiente certamen, Oaxtepec inició con una victoria, un empate y tres derrotas, eso obligó al presidente del equipo, Juan Francisco Rocha Bandala, a destituir a Carlos Lara y en su lugar nombra a Ricardo Antonio La Volpe, el 4 de octubre de 1983, comenzando así una trayectoria como estratega que duró 37 años hasta que el 23 de abril de 2020 anuncia su retiro de los banquillos.
Para muchos un gran entrenador y formador de jugadores, varios de ellos exportados en una época de búsqueda de talentos en todo el mundo para hacer negocio, llevarlos, elevar su precio y revenderlos.
El estilo de juego propició que varios jugadores seleccionados fueran fichados en Europa tras el mundial 2006, tales son los casos de Carlos Salcido, Ricardo Osorio y Pavel Pardo.
Desde entonces, en todos los ciclos mundialistas y al término de la justa, han partido jugadores mexicanos seleccionados al viejo continente, es decir, la fórmula no fue única.
Si cuajan se elevan los bonos de los formadores, clubes y técnicos que dieron oportunidad, si no, los pretextos salen por todos lados.
Como técnico de selección, La Volpe tuvo el 61.5 por ciento de productividad.
Ganó la Copa Oro 2003 en casa, pero en la edición 2005 perdió con Sudáfrica y Colombia lo eliminó. En la Copa América 2004 encajó la peor goleada de México hasta entonces (0:4 Brasil). En la Confederaciones 2005 se aplaude el rendimiento por ganarle al campeón del mundo (1:0 Brasil) aunque empató con Grecia y no pudo vencer a 10 alemanes por el tercer lugar. En el Mundial 2006 le ganó al 23 de la clasificación de FIFA, Irán, no pudo con el 57, Angola, y perdió con Portugal y Argentina.
Con otro estilo para dirigir el “non-grato” Juan Carlos Osorio superó a La Volpe con 10 puntos porcentuales con el Tricolor (71.3). Tuvo el mejor inicio con nueve victorias, tras cuatro derrotas, incluyendo una con La Volpe, derrotó a Estados Unidos en Columbus y ganó el Hexagonal eliminatorio por primera vez desde 1998.
El entrenador colombiano, también derrotó al campeón del mundo y dentro del mundial (1:0 Alemania), obtuvo seis puntos en la justa, mientras que Ricardo sólo cuatro, también fue goleado en la Copa América (0:7 Chile), algo que nunca le perdonaron y ganó la Copa Oro a Estados Unidos en su propia casa. El verbo de Osorio no tuvo la misma hipnosis.
Con el representativo Sub 23 La Volpe no ganó la medalla de oro de los Juegos Panamericanos de República Dominicana 2003 conformándose con el bronce y obteniéndolo en penales frente a Colombia. Ganó el pre-olímpico, pero también en casa (Guadalajara, Jalisco) y en los Juegos Olímpicos fue eliminado en la primera ronda: derrotó a Grecia, empató con Mali y perdió con República de Corea.
Participó en 51 competencias oficiales a nivel de clubes: 37 ligas, 11 Copas, una Concacaf, una Libertadores y un Mundial de Clubes, solamente ganó uno (Liga 1992-93: Atlante).
Sexto técnico con más partidos sin ganar o volver a ganar un campeonato de liga con 509.
Entre 275 técnicos que dirigieron más de una temporada completa (34 partidos), ocupa el lugar 87 con el 46.94 por ciento de productividad.
Con selecciones fueron nueve competencias: dos Copas Oro, una América, Confederaciones, Hexagonal, Mundial, Panamericanos, pre-olímpico y Olímpico.
De 60 objetivos ganó el 5 por ciento (una liga, un pase a los Juegos Olímpicos y una Copa Oro).
Cien años después, el 4 de octubre de 2120, el “Bigotón” aparecerá en los libros de historia como el entrenador que hizo campeón al Atlante en la temporada 1992-93 y dirigió a la selección mexicana en el período 2003-2006, ni un comentario extra, ya que las opiniones sobre el “Lavolpismo” se extinguirán quedando sólo la estadística fría y reveladora.