Corría el minuto 37 del duelo de anoche cuando el delantero argentino Lautaro Martínez le ‘comió’ la espalda al lateral derecho mexicano Luis ‘Chaka’ Rodríguez para cabecear franco un balón que Guillermo Ochoa rechazó milagrosamente.
Análisis Táctico: ante Argentina, México exhibió fallos estructurales
‘Tuca’ pasó de línea de cuatro defensores a línea de cinco para remediar problemas que el ‘Tri’ arrastra desde la era Osorio.
Se trató de una calca del primer gol en la goliza 3-0 que Suecia le propinó a México en Rusia 2018. Ludwig Augustinsson, el lateral izquierdo sueco, le ‘comió’ la espalda a Miguel Layún, quien debió marcarlo al hallarse jugando como volante por derecha.
Más que culpar al ‘Chaka’ o a Layún por haber perdido la marca, la cuestión es por qué a pesar de cambiar nombres la misma equivocación sigue repitiéndose. Ante suecos y argentinos, México concedió el primer gol en circunstancias muy similares:
El equipo iba saliendo desde atrás y un contragolpe rival explotó el espacio detrás de los defensores laterales en una línea de cuatro.
Estamos hablando de un error común que, jugando con esquemas como el 4-4-2 o el 4-3-3, se resuelve haciendo que los volantes persigan a los laterales enemigos (para evitar el dos-contra-uno en la retaguardia) y/o haciendo que el mediocampista de contención se convierta en un tercer zaguero central (para proteger la espalda de los carrileros).
Desafortunadamente, desde la era de Juan Carlos Osorio se ha evidenciado la falta de ambas soluciones: México no tiene volantes con sacrificio defensivo (lo cual explica la suplencia de Jesús ‘Tecatito’ Corona durante el mundial) y tampoco cuenta con ese mediocampista capaz de adaptarse a la zaga central (lo cual explica la titularidad de Rafa Márquez contra Brasil).
De hecho, Argentina tiene los mismos problemas. Por un lado ni Giovani Lo Celso ni Leandro Paredes pueden retroceder como lo hacía Javier Mascherano; y, por el otro, los laterales argentinos no están al nivel de los mejores del mundo ahora mismo. La respuesta del DT interino, Lionel Scaloni, fue jugar con línea de cinco atrás.
La modificación táctica hecha por Ricardo Ferretti durante el entretiempo respondió a estos dos problemas. Se pasó de una línea de cuatro a una de cinco con la entrada de Julio César ‘Cata’ Domínguez.
A falta de volantes con ida y vuelta y de ese mediocentro con la capacidad de ‘bascular’ entre la línea media y la línea defensiva, el Tri debería volver a jugar con cinco defensores. Aunque suena como un plan defensivo y conservador, los equipos se construyen de atrás hacia adelante y en el inicio de este proceso lo importante es sentar las bases de la estructura.