Llegó al fútbol mexicano prácticamente como un desconocido y hoy en día es el favorito de la mayoría -entre aficionados, jugadores y directivos- para tomar las riendas de la selección.
Matías Almeyda: el elegido de todos para el Tri por su confianza en el mexicano
El Pelado demostró en Chivas ser un técnico ganador y alzó 5 títulos pese a contar con un plantel limitado; anhela dirigir al Tri sin ponerse límites.
Matías Almeyda se ganó a medio México desde que conquistó el primero de sus cinco títulos con el Guadalajara. Arribó al timón del Rebaño en septiembre de 2015 y, apenas dos meses después, sus pupilos ya estaban levantando su primer trofeo al llevarse la Copa MX a finales de año.
Las Chivas de Almeyda jugaban bien, con un estilo de juego ofensivo con notable dinámica, velocidad y buen trato de pelota. Pese a contar con un plantel limitado en cuanto a grandes nombres, Matías acostumbró a sus jugadores a ganar y competir constantemente en finales.
El Rebaño Sagrado ganó al menos un título en cada año bajo el mando de Matías Almeyda. Rompió la sequía de campeonatos en tres competencias distintas: Copa, Liga y a nivel internacional. Pero si hubo una estrella especial, y la cual catapultó la popularidad de Almeyda, fue la obtención del título de Liga MX en el Clausura 2017. Chivas tenía más de 10 años sin ser campeón del fútbol mexicano y lo hizo imponiéndose a Tigres, el mejor y más poderoso equipo en México durante la presente década.
Almeyda no solo demostró ser un técnico capaz de sacar lo mejor del futbolista mexicano, sino que además creó un vínculo muy fuerte con sus jugadores, y la unión dentro del vestidor rojiblanco fue reconocida por propios y extraños como símbolo de la comunión que debe existir en un equipo. Antes de salir del club, coronó su etapa en el Chiverío con la Liga de Campeones de la Concacaf -tras 56 años sin ganarla- para poner a Chivas en el Mundial de Clubes.
El Pelado apenas tiene siete años de carrera como director técnico luego de una exitosa trayectoria como futbolista profesional. Almeyda comenzó su aventura en los banquillos en medio del peor momento en la historia de River Plate. Matías era el capitán del plantel que perdió la categoría y descendió a la segunda división de Argentina y, de un día para otro, asumió el puesto de entrenador.
Tras consumarse el mítico fracaso, Almeyda se encargó de dirigir al Millonario y, en apenas un año, llevó a River Plate salir campeón de la Primera B Nacional en la 2011-12 para lograr el ascenso de vuelta a la máxima categoría del fútbol argentino. Solo dirigió a River 17 partidos en Primera. Después continuó su etapa como estratega al frente de Banfield, club al que también ascendió a la superliga argentina en su primera temporada con el Taladro. Tras un año en Primera División dejó a Banfield en agosto de 2015 para iniciar su andar en el balompié mexicano.
A sus 44 años de edad, Almeyda es un entrenador habituado a ganar pues tiene siete campeonatos en su corta trayectoria como timonel. Es un tipo que contagia a sus jugadores de una mentalidad fuerte y triunfadora, esa que tanto necesita el futbolista mexicano y que ha carecido en la selección mexicana.
Matías tiene un método de trabajo eficiente basado en el esfuerzo colectivo y la disciplina, donde todos defienden y todos atacan y se le da prioridad a la posesión del balón. Es el técnico más preparado para hacerse cargo del Tri en esta nueva etapa con miras a Catar 2022, por su conocimiento del entorno y la idiosincrasia del mexicano, su forma de explotar las capacidades del futbolista y, sobre todo, por su gran deseo de romper los límites establecidos en las metas que -en cada proceso mundialista- se le imponen a la selección.