Solo tres meses pasaron desde que 'las Cinco Bandas' dieran su primer grito de campeón. Una celebración justificada, merecida. Si en 2017 Atlanta United FC había sido una enorme sorpresa en cuanto a estilo de juego y a la inclusión de futbolistas nóveles para el fútbol norteamericano, la de 2018 fue una temporada casi perfecta para el club rojinegro.
Crisis en Atlanta United: ¿Dejó 'Tata' Martino la vara muy alta en el campeón de la MLS?
La gestión de Frank de Boer no ha mostrado hasta ahora una sucesión de resultados positivos, y la comparación del holandés con el argentino resulta casi inevitable para el aficionado.
De la mano del MVP y Bota de Oro Josef Martínez y de Miguel Almirón, Gerardo Martino puso los cimientos para construir a un equipo que quedó en la memoria colectiva de todos los aficionados de la liga. Fue muy poco tiempo atrás. El recuerdo no tiene más de cien días de antigüedad. Pero muchos sienten que las cosas pueden haber cambiado de manera profunda para Atlanta.
Es verdad; ni 'Tata' ni 'Miggy' siguen estando allí. Martino se llevó su buen hacer a la selección
mexicana. Y Almirón maravilla este año a Inglaterra con la camiseta del Newcastle. Pero esas dos bajas importantes no impiden que Atlanta United pueda seguir siendo considerado -sobre el papel, al menos- como el mejor equipo de la Major League Soccer, tanto por talento como por potencial. El problema que tienen en el estado de Georgia es que de la teoría a la realidad dura y pura hay un salto largo.
Almirón se marchó, y su camiseta -con el 10 en la espalda incluido- es usada ahora por Gonzalo
'Pity' Martínez, quien en diciembre fue elegido como el mejor futbolista de Sudamérica en 2018. El argentino fue el líder futbolístico del River que ganó la Copa Libertadores ante Boca Juniors. Nuevamente, sobre el papel, ha sido una decisión irreprochable de la directiva de Atlanta.
El banquillo del campeón de la MLS quedó en poder de Frank de Boer. El exjugador del Ajax y el FC Barcelona fue presentado -con razón- como una alternativa de calidad ante la salida de Martino. Con buen manejo del español, el holandés lucía (luce todavía) como un buen eslabón de continuidad a los exitosos dos primeros años de vida del club, y como una persona capaz de comunicar de manera adecuada con la gran cantidad de jugadores latinoamericanos con los que cuenta el club.
El puñado de partidos oficiales disputados por Atlanta United en 2019 demuestran que a mediados de marzo las cosas están lejos de funcionar como estaba planeado.
El talento de 'Pity' Martínez es incuestionable; tanto como cierto es que al enganche todavía le cuesta conectar totalmente en el terreno de juego con Josef Martínez, Ezequiel Barco o Julian Gressel, sus principales socios en el ataque.
Y, más que ser un gestor de la continuidad del éxito de Martino, de Boer hasta ahora lo que ha buscado es imponer un estilo de juego más rígido y propio. En su planilla, el europeo sigue plantando al equipo de manera ofensiva -en los partidos más recientes, con 3-4-3- pero la dinámica dista bastante de lo que Atlanta United mostró al mundo en 2018.
Eventualmente, los futbolistas encontrarán la manera de entenderse. Tardará más o menos
tiempo, pero los goles y las asistencias volverán a fluir. La gran cuestión a resolver supera a las individualidades, y tiene más que ver con algo que parece roto o descompuesto en los primeros encuentros de 2019.
Atlanta United -dueño de un ataque que enamoraba- hoy es previsible, y hasta un tanto aburrido. Vulnerable en el fondo -con arquero y defensores centrales bastante señalados-, cuando la fortaleza en la última línea es lo que lo había convertido en un equipo diferente en los Playoffs de 2018. El mayor símbolo del club - Josef Martínez- parece preso de una frustración importante.
La primera impresión confunde, y sorprende. De seis puntos posibles en el arranque de la MLS,
#ATLUTD solo cosechó uno, fruto del empate en casa ante el recién llegado FC Cincinnati. Y en la Liga de Campeones de Concacaf, el equipo pende de un hilo, tras perder 3-0 en la ida de los cuartos de final como visitante frente a Monterrey.
Nada es definitivo. Pero la sensación que se instala en el ambiente es que Gerardo Martino y sus futbolistas dejaron el listón muy alto en 2018. El mismo Frank de Boer parece haber hecho un reconocimiento tácito de esa situación el domingo.
"Todo el mundo está mal acostumbrado por los resultados de la temporada pasada", comentó el holandés luego del 1-1 ante FC Cincinnati. "Así que todo el mundo tiene expectativas, y eso es normal. Pero todo el mundo vio lo que ocurrió con Toronto FC cuando jugaron la Liga de Campeones el año pasado", comentó en referencia a que el equipo canadiense no logró clasificar a los Playoffs de MLS tras jugar la final del certamen continental.
El calendario internacional es un rival contra el que de Boer debe lidiar, y que Martino no tuvo en su agenda. La entrada en la LCC ha dejado bastante expuesto al Atlanta United de 2019. Una sensación que se terminó de asentar con la imagen brindada en los dos primeros partidos de temporada regular.
La vara está tan alta, que a 'Tata' Martino los aficionados lo despidieron 'construyendo' un monumento en su honor en uno de los últimos encuentros del año pasado. Lo de Frank de Boer, por ahora, no transita un camino similar.
Del holandés depende acusar recibo de los errores que pueda haber cometido en sus primeros ensayos y conseguir que su equipo libere todo su potencial próximamente. Atlanta United fue un fantástico fenómeno de masas en sus dos primeros años, y tiene todo para continuar por el mismo camino.