Hasta esta temporada, Zlatan Ibrahimovic no sabía lo que era vérselas con los equipos chicos de la Premier. Ya fuera jugando para clubes franceses, españoles o italianos, sus visitas a estadios ingleses siempre correspondieron a juegos de Champions League y por tanto ignoraba lo que había de esperarle en cancha del West Ham United.
“Yo estoy por siempre soplando burbujas”, la melodía tras la bienvenida al West Ham
Mientras algunos estadios reciben a sus héroes con pirotecnia o con trapos, los “Hammers” son bienvenidos con pompas de jabón.
Arqueó una sola de sus cejas en su típico gesto de incredulidad cuando la primera de múltiples burbujas estalló contra su cara. Después regresó a esa pose tan suya mientras por su mente seguramente pasaba la idea de lo peculiar de aquella recepción. Linda, folclórica, singular y músical… Zlatan la agradecería anotando uno de los goles para derrotar con el Man United a los “Hammers”.
En la Premier uno de los pocos rasgos que han perdurado por décadas son las canciones que identifican a varios clubes. “Nunca caminarás solo” ( You’ll never walk alone) data del final de la Segunda Guerra Mundial y fue adoptada inmediatamente como el himno de batalla del Liverpool Football Club. Sus hinchas la entonan a coro apenas ven a sus héroes salir de las escalinatas y ahí es cuando alzan las bufandas, las banderas y los estandartes.
Sin embargo, ninguna otra de las canciones de los hinchas británicos tiene esa cualidad tangible, tridimensional, que sí tiene la del West Ham United. I’m forever blowing bubbles fue compuesta y lanzada en 1920 en Estados Unidos y del otro lado del Atlántico fue tomada por los fanáticos londinenses de este equipo cuando iban al viejo Upton Park (no sólo era corear y vitorear, era también soplar burbujas al aire cual niños al salir corriendo de la escuela).
Para este temporada, el West Ham abandonó su antigua cancha en favor del moderno estadio Olímpico de Londres y ahí también se trasladó la “fábrica de burbujas”, el aparato eléctrico para sacarlas por millones y por doquier, a fin de continuar la burbujeante tradición (ver galería). “Yo estoy por siempre soplando burbujas…
Bellas burbujas al aire
Vuelan tan alto que casi tocan el cielo,
Entonces, como mis sueños, ellas se me escapan y truenan.”
Todo comenzó hace casi un siglo, cuando el joven prospecto Billy J. “Burbujas” Murray fue bautizado así por su parecido físico con el protagonista de una pintura usada en los carteles de jabón. “Burbujas” aspiró a jugar profesionalmente para el West Ham y (aunque no lo logró) al menos pudo irse a la tumba con la satisfacción de haberle legado una mítica canción a la escuadra de su vecindario.
Como equipo pequeño que es, el West Ham puede ver sus propios sueños reflejados en las burbujas volando mientras sus futbolistas saltan al césped: ellas se escapan y truenan. Como tronaron en la humanidad del gran Zlatan Ibrahimovic.