Con una victoria 1-0 sobre el Manchester City debutó el Tottenham en su nuevo estadio y lo hizo en un partido clave, ya que se trataba de la ida de los Cuartos de Final de la UEFA Champions League. Un solitario tanto del coreano Heung-Min Son fue suficiente para superar al actual campeón de la Premier League.
Con un polémico gol de Son, Tottenham derrotó al Manchester City
El coreano, a los 77 minutos, marcó el único tanto del partido con una buena definición que pasó por debajo del cuerpo del arquero Ederson.
El primer tiempo comenzó con el equipo visitante mostrando un poco más de iniciativa ante un conjunto local que, en su nuevo estadio, esperaba pacientemente atrás para salir al contragolpe.
Con este plan de juego, a los 8 minutos, los pupilos de Mauricio Pochettino encontraron espacios y llegaron con peligro cuando Sissoko apareció por la izquierda, centró en la frontal del área y la volea de Dele Alli se fue ligeramente desviada.
La reacción de los visitantes no se hizo esperar. Una gran jugada de Raheem Sterling, quien fue sorteando rivales en conducción hacia dentro, finalizó con un remate del inglés que terminó pegando en Danny Rose. Al revisar la acción en el VAR, se vio que la pelota pegó en la mano del defensor y el juez holandés Bjorn Kuipers decretó penal.
Sergio ‘Kun’ Aguiero se encargó del cobro pero su remate lo adivinó el arquero francés Hugo Lloris, quien se vistió de héroe para mantener el partido sin goles. Con este fallo, el argentino empata con Van Nistelrooy con cuatro como el segundo jugador que más penaltis ha errado en la Champions, apenas uno menos que Thierry Henry, quien tiene el récord .
Tras el penal, el Tottenham tomó el protagonismo del juego. Subió sus líneas y pareció quitarse de encima la tensión de los primeros minutos. Así las cosas, a los 23 minutos, Harry
Kane, el goleador de los Spurs, aprovechó una jugada por el costado para tomar el balón dentro del área, girarse y sacar un gran remate que logró desviar el portero brasileño Ederson Moraes.
Harry Winks, Christian Eriksenm y Rose, con sendos disparos, crearon algo de peligro contra los dirigidos de Josep Guardiola, pero en realidad ninguno de sus remates tuvo opción de darle la ventaja a los de casa.
El primer tiempo terminó sin goles entre dos equipos algo temerosos de darle ventaja a su rival y a perder la eliminatoria en este primer asalto. El Tottenham está desactivando a los de Guardiola, aunque arriba tampoco crea problemas serios al City. Kane tuvo la mejor, pero Ederson detuvo su remate. Volvemos con la segunda parte.
El inicio del segundo tuvo fue vibrante. Apenas habían pasado dos minutos cuando el City tuvo la primer opción cuando Sterling exigió a un Lloris que volvió a salvar al Tottenham. El inglés remató cruzado tras una buena jugada colectiva de los Citizens, pero el arquero francés logró mantener el cero de nuevo para los locales.
Acto seguido, Heung-Min Son respondió para los de casa y en dos ocasiones. Primero con un potente disparo desde fuera del área que se fue desviado (minuto 47) y poco después con un balón cruzado tras una buena habilitación de Kane, aunque Ederson salvó el riesgo sin mayor problema.
A los 56 minutos, los Spurs recibieron una de las peores noticias. Tras un choque del delantero británico con Fabian Delph, Harry Kane terminó doblándose el tobillo y tuvo que dejar el partido ayudado por los asistentes.
Con la salida de Kane, los de casa perdieron algo del impulso con el que habían salido en la segundo mitad y los de Guardiola empezaron tomar el control del juego, bajando el ritmo del juego y tocando el balón de un lado para el otro aunque sin mayo profundidad.
Sin embargo, a los 77 minutos, se dio la jugada más controvertida del partido. Un gran pase de Eriksen fue controlado por el coreano Son, quien evitó por escasos centímetros que el balón saliera, luego se volteó, hizo un enganche y sacón un remate que le pasó por debajo a Ederson para marcar el 1-0, justo cuando mejor jugaba el City.
Tras el tanto, el City no mostró gran reacción y los de Pochettino se irán a casa de sus rivales con la ventaja mínima, aunque ventaja al fin y al cabo, un partido en el que de manera inexplicable Guardiola dejó en el banco a jugadores como Leroy Sané y Kevin De Bruyne, que entraron apenas a los 88 minutos.