Bastaron dos meses para que los pronósticos formulados tras el sorteo de los Octavos de Final de la UEFA Champions League hoy sean reconsiderados seriamente antes de disputarse.
Raúl Méndez | ¿Quién a por la Champions?
Bastaron dos meses para que los pronósticos formulados tras el sorteo de los Octavos de Final de la UEFA Champions League sean reconsiderados.
Bayern Munich viene de coronarse en el Mundial de Clubes y sigue siendo el favorito, pero es un hecho que su rendimiento no es el mismo de la temporada pasada cuando fue una aplanadora al ganar todos sus partidos.
Lo cuestionable para el campeón reinante es que su defensa se ha visto vulnerable. Hansi Flick es tan arrojado en sus planteamientos que se ha obsesionado por atacar incluso alineando juntos a Robert Lewandowski, Thomas Müller, Serge Gnabry, Kingsley Coman y Leroy Sané. Un vendaval al frente que cuando no tiene el balón deja sólo a Joshua Kimmich y lo que quedó de la zaga para resistir el contraataque del rival. David Alaba centrado en su futuro y Alphonso Davies con altibajos no están en el nivel del año previo.
En la Bundesliga le han metido 29 goles en 21 juegos y fueron eliminados prematuramente de la Pokal en penales por Holstein Kiel de la segunda división. En estos octavos les espera la Lazio de Simone Inzaghi que ataca mejor de lo que defiende desde el mediocampo con Luis Alberto y Sergej Milinkovic-Savic para enlazar arriba con Ciro Immobile y Joaquín Correa.
Al Bayern se le ha acercado en las preferencias Manchester City pese a las bajas por lesión de Sergio Agüero y Kevin De Bruyne. Cuando daba la impresión que había llegado a su techo, ha vuelto el estilo de Pep Guardiola en un equipo muy equilibrado que ha encontrado la solidez atrás con Ruben Dias, refuerzo de impacto inmediato, al lado de un renacido John Stones. No dependen de un goleador por lo que prácticamente cualquiera puede anotar llegando desde su posición. Puede ser el año que están esperando sus dueños desde los Emiratos Árabes Unidos.
Liverpool estaba casi a la par del Bayern Munich hasta que vino el desplome en este 2021. En un principio, Jürgen Klopp se las ingenió para no sufrir las bajas de Virgil Van Dijk y Joe Gomez en la defensa central hasta que finalmente le pasaron factura. Tuvo que retrasar a Fabinho y Jordan Henderson desde el mediocampo y perdió el equilibrio. Su tridente en ofensiva no se ve temible. Se han autodescartado para la defensa del título en la Premier y sólo les queda la Champions en el horizonte.
El otro club-estado, Paris Saint Germain de Catar, reemplazó a Thomas Tuchel con Mauricio Pochettino, quien con tan sólo unos días al frente gozó de la superioridad incuestionable del club en Francia y sumó el primer título de su carrera como entrenador con la conquista del Trofeo de los Campeones, el equivalente a la Súper Copa.
La ausencia de Neymar en la eliminatoria contra el FC Barcelona trastoca sus posibilidades. Tercera vez que el brasileño se queda fuera por lesión en un duelo decisivo en la competición por la que fue traído. Queda Kylian Mbappé como la esperanza en duelo directo con Messi para saber si el crack francés está listo para aspirar al trono de mejor jugador del mundo. Tampoco estará Ángel Di María. Ni todos sus recursos económicos pueden evitar que en los compromisos más exigentes de la temporada sus estrellas se ausenten por lesión.
Sobre los gigantes españoles el panorama no es halagador. Barça repuntó con Ronald Koeman en liga aunque no parece lo suficiente para salir airoso ante PSG en una eliminatoria a ida y vuelta en la misma ronda donde lleva tres ediciones al hilo marchándose con humillaciones monumentales que van superándose una tras otra: Roma, Liverpool y Bayern Munich. Podría ser su última Champions con Messi.
Zinedine Zidane agota lo que le queda de crédito en Europa. Fiel o necio, según el enfoque del lector, a la plantilla con la que ganó tres Champions consecutivas en una era fantástica únicamente comparable al Madrid de las Cinco Copas en el arranque de la competición. El francés desdeñó a los Llorente, Achraf, Reguilón y Odegaard con tal de mantener a la vieja guardia y luego se olvidó de rotar ante la falta de soluciones desde la banca. Ahora se ha quedado con un plantel reducido dramáticamente en número, entre ellos Sergio Ramos en su último año de contrato, para afrontar el momento decisivo de la campaña. Para su fortuna le espera un inexperto e impredecible Atalanta capaz de lo mejor y lo peor.
Mejor panorama para Atlético de Madrid. Este puede ser el año que han estado esperando a lo largo de su historia, la misma que tres veces los apartó trágicamente de la máxima gloria europea. Sólo una catástrofe evitará que la liga se les escape de las manos. Se le tilda de “ser un equipo grande que juega como chico”. Diego Simeone dispone de un disciplinado equipo reforzado adelante gracias a sus rivales directos. Marcos Llorente del Real Madrid y Luis Suárez del FC Barcelona. Un todo terreno virtuoso y un goleador que no estaba en decadencia para medirse al Chelsea ahora dirigido por Tuchel.
Este es el futbol en la era del Covid tan inseguro como cambiante en cualquier momento. Son las mismas piezas del tablero eso sí, en un orden distinto.
Hasta la próxima semana. Cuídense mucho, por favor.