Clemson derrota a la dinastía de Alabama para ser campeón del fútbol americano colegial
Los Tigers vencieron 35-31 en un partido cardiaco a la Crimson Tide para coronarse como campeón por segunda ocasión en la NCAA
La historia, el presente y la dinastía de la marea carmesí. Todo quedó en el recuerdo. Los Clemson Tigers dieron la gran sorpresa en el College Football Championship Game y le quitó el cetro y un invicto de 26 partidos a la Alabama Crimson Tide.
Pasaron 111 años desde que los Tigers vencieron al entonces Tide. Hubo 13 derrotas consecutivas, incluido el partido final del año pasado. Esta noche no fue así. El equipo más dominante de los últimos años fue derrotado por uno de sus clientes favoritos por marcador de 35-31 en un partido de alarido que, literalmente, se definió a un segundo del final.
Mientras los Tigers apostaron por la eficacia de un quarterback consolidado, la Crimson Tide se apoyó en su corredor estrella Bo Scarbrough y su aparato terrestre. Así debía ser el guión, pues el partido por el título nacional podría ser demasiado para el novato Jalen Hurts.
Alabama dio muestras de autoridad desde el primer cuarto gracias a Scarbrough, quien se escapó en dos ocasiones, con carreras de 25 y 37 yardas, para poner el marcador 14-0. Pero Clemson reaccionó con un acarreo de su quarterback, Deshaun Watson, de 8 yardas.
Las alarmas se encendieron para los vigentes campeones en el tercer cuarto cuando Watson conectó con Hunter Renfrow en jugada de 24 yardas para acercarse 17-14 y, más aún, en el momento en que Scarbrough salió lesionado.
Cuando la presión completamente caía sobre el novato Hurts, puso su temple con un envío de 68 yardas a O.J. Howard, en un engaño de pase pantalla, para darle la ventaja de diez puntos a la Crimson Tide por 24-14.
En el último cuarto, Watson encontró a Mike Williams en pase de 4 yardas para acercarse nuevamente a tres puntos. La defensa de Alabama resistió en las siguientes series de Clemson para compensar a su ofensiva, que sufría para generar yardas sin Scarbrough.
Pero Watson finalmente montó una serie productiva. Guió a su equipo hasta la yarda 1, donde Wayne Gallman corrió hacia las diagonales y puso por primera vez a Clemson al frente, por 28-24.
Con más de cuatro minutos en el reloj, Alabama no bajó los brazos. Jalen Hurts tuvo, quizás, su mejor serie del partido, y en una jugada rota, improvisó para correr 30 yardas hasta las diagonales. Nuevamente el campeón tenía la ventaja. Pero le dejaron 2:17 a Watson y compañía para buscar la hombrada.
Clemson tuvo el drive de su historia. La defensiva de Alabama cargó en casi todas las jugadas para cazar al quarterback, pero Watson se las arregló para encontrar a sus compañeros, especialmente con las recepciones espectaculares de Mike Williams y Jordan Leggett. Con seis segundos, llegaron a la yarda dos, donde con el aplomo de un profesional, Watson roló a su derecha y encontró en la zona de anotación a Renfrow.
Touchdown de los Tigers. Primer título en 36 años, segundo en su historia. Primera victoria sobre Alabama desde 1905. El momento más dulce ante el rival más difícil para la Universidad de Clemson.