Los Lakers ganaron el Juego 2 de las Finales de NBA al dominar desde los primeros minutos al Miami Heat con dos importantes ausencias por lesión.
Lakers aplican la misma dosis a un Heat golpeado por lesiones
Un grandioso juego de Anthony Davis y LeBron James selló el Juego 2 de las Finales.
Luciendo el elegante uniforme conmemorativo en honor a Kobe Bryant, los Lakers afrontaron la primera mitad con mucha confianza. El resultado del encuentro inaugural y las bajas de Bam Adebayo y Goran Dragic ponían en la mesa la oportunidad inmejorable para tomar ventaja en la serie.
Anthony Davis y LeBron James no cambiaron la fórmula ni el ritmo de juego ante un Heat deslucido, desconcentrado y falto de la intensidad necesaria para meter presión y anular la confianza al alza de los angelinos.
Los Lakers intentaron y acertaron con todo tipo de disparos de tres, dos y embates contra el tablero. La defensa de Miami se vio indefensa y, por momentos, novata para leer las fintas y movimientos de Rajon Rondo y Alex Caruso.
Fue hasta la mitad del segundo cuarto que Jimmy Butler experimentó una racha de puntos y faltas a favor para recortar la distancia a menos de cinco puntos por primera vez en el encuentro.
Sin embargo, la displicencia del Heat en la defensa haría que los Lakers se fueran al descanso con 14 puntos de ventaja.
Anthony Davis aumentó el nivel en la segunda parte y disparó la ventaja a 18 puntos tras recibir faltas, encestar en el proceso y mantenerse vivo a los rebotes. Una historia muy distinta vivió Butler, quien no lograba concretar sus layups ante la buena marca de los defensas.
Los papeles de ambas escuadras no cambiaron para el resto del partido. Davis lució monstruoso en los rebotes y terminaría con 32 puntos y 14 rebotes; Miami parecía esperar a que el reloj se terminaran para poder replantearse las cosas de cara al Juego 3 para el que en teoría alinearían ya con sus dos ausentes.