El impacto de la pandemia, a un año de su llegada, ha transformado la realidad del mundo deportivo que busca adaptarse o perecer.
Por:
TUDN
Hace más de un año que el mundo entero sufre los estragos de la terrible pandemia COVID-19.
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El deporte desde luego que también ha tenido que verse afectado en prácticamente todos los sentidos. Deportistas, entrenadores, directivos al rededor del mundo no se han escapado del contagio durante todo este periodo.
Sin embargo y pese a la postergación de eventos magnos como los Juegos Olímpicos y la Eurocopa 2020, además de la cancelación de algunas ligas como la holandesa y francesa entre otras.
El deporte como gran parte de la sociedad ha decidido continuar y responder a la contingencia sanitaria conforme las circunstancias así lo demanden.
En fecha FIFA por ejemplo, el representativo de la República Checa, debió cambiar a sus 23 convocados además del cuerpo técnico de un partido para otro debido al contagio masivo de sus integrantes, elementos del Sub-21 tuvieron que jugar para el seleccionado mayor de manera anticipada.
En Italia el Napoli, donde milita el mexicano Hirving Lozano fue impedido a salir de su ciudad por lo que no se pudo desarrollar el trascendental duelo ante a la Juventus a la cual se le entregaron los puntos en la mesa.
Este fin de semana la urgencia de darle continuidad a los calendarios nos presentó un hecho de absoluta vergüenza en el fútbol colombiano, el club Águilas Doradas fue obligado a iniciar su partido con tan solo 7 encuentro correspondiente al torneo de liga, como era lógico de suponer el equipo terminó perdiendo frente a Boyaca Chico tres goles por cero.
No se puede llegar a los extremos, la vida y el deporte deben seguir pese a esta terrible pandemia que nos ha cambiado la vida a todos, sin embargo tampoco se puede llegar a extremos como los recién citados en ligas profesionales.
