Opinión | Almeyda, el pastor que puede meter orden en el rebaño de Chivas

El trabajo de Matías Almeyda es incuestionable, para mi gusto es de lo mejor que ha llegado a no solo a Chivas sino al futbol mexicano, su aporte no se limita únicamente al campeonato obtenido con Guadalajara, dos Copas MX y una Supercopa MX, sus discursos y su comportamiento para los jugadores, mexicanos todos, ha trascendido el rectangulo verde.

Lamentablemente el Clausura 2018 no ha sido tan bueno como se esperaba para Guadalajara, una difícil pretemporada, pocos refuerzos y hasta situaciones extracancha han opacado el trabajo que se da día a día. Pese a lo que se pueda pensar Almeyda tiene vivo a Chivas, en este momento existe la posibilidad de salir campeón tanto en el la Liga MX como en la Liga de Campeones de la Concacaf.

Recientemente Francisco Gabriel de Anda se unió a Chivas en una posición de director deportivo, pero no es él quien debe solucionar las diferencias entre Alan Pulido y Gael Sandoval, si bien tiene la jerarquía, no tiene la empatía con el vestidor. Quien conoce a sus hombres es Matías Almeyda y es quien debe mediar para que la relación en el grupo mejore y se mantenga, ya que un problema de dos puede volverse en problema de muchos cuando el resto de los jugadores comienzan a tomar partido por uno u otro bando, al final es un equipo y la rivalidad debe darse contra otras escuadras y no internamente.

Almeyda tiene la capacidad para apaciguar las aguas de una forma inteligente, sin imponer y sin ser autoritario, lo sabe porque también fue futbolista y entiende que algunos no manejan la fama correctamente y que el ego siempre es un enemigo a vencer. Varios dan por hecho que los días de Almeyda en Guadalajara están contados, se le critica hasta por sus gesticulaciones en las conferencias. Particularmente creo que Chivas no se puede dar el lujo de perderlo, si se va tendrá que ser para mejorar y Matías tiene calidad para dirigir a un grande de Argentina, a la
Selección Mexicana o incluso en el balompié europeo.