En Atlanta United la comparación del inicio de la temporada 2018 -que finalizó en la obtención de la MLS Cup- con el arranque del curso 2019 es un ejercicio pesado y doloroso. Algo de lo que muchos prefieren escapar. Es un debate agotado y perimido en muchos sentidos. Sin hacer valoraciones profundas, o análisis cualitativos, el trabajo de conducción de 'Tata' Martino del cuadro de 'las Cinco Bandas' fue absolutamente distinto al que hace en la actualidad Frank de Boer.
Entre el fantasma de Martino y decepciones iniciales, De Boer busca un mejor presente para Atlanta
Pese a que su equipo está en el fondo de la tabla de la Conferencia Este, el entrenador holandés reconoce signos positivos en los encuentros más recientes del vigente campeón de MLS.
Al holandés le toca cumplir con una función de doble filo. Por un lado, cuenta con el mejor plantel de Major League Soccer -porque, hasta que definitivamente se muestre lo contrario, Atlanta sigue en esa situación-. Y, por el otro, le corresponde el a veces ingrato papel de ser el sustituto del 'creador' del equipo campeón que, además de ser eficiente con su producto en la cancha, se metió en el corazón de la afición y en la mente de su plantel.
La sensación de cercanía que el rosarino alcanzó de cara al 'universo Atlanta United' (puertas adentro del plantel y de cara al exterior) es una frontera muy difícil de alacanzar ahora mismo por su reemplazante, un técnico acostumbrado a imponer distancias a lo largo de su carrera, incluso en su época de futbolista en activo.
ENTRENADORES OFENSIVOS, PERO DISTINTOS
Martino y de Boer tienen como característica en común que son dos técnicos de corte ofensivo. Pero el trabajo del día a día y el talante del equipo en las jornadas de partidos parecen haber cambiado bastante en los meses recientes.
Por ahora, los números no están del lado de FdB. En las primeras seis jornadas de la competición doméstica el neerlandés solo puede mostrar una victoria (como visitante, frente a New England Revolution), dos empates como local (1-1 en ambos casos, ante FC Cincinnati y Philadelphia Union), dos derrotas como visitante (contra D.C. United y Columbus Crew) y una como local el pasado fin de semana (2-1 versus FC Dallas).
Cinco puntos en seis partidos, que tienen relegado al vigente monarca a la última posición de la Conferencia Este. Un año atrás, con la misma cantidad de partidos disputados, Atlanta United era líder, con 13 puntos.
BUENAS Y MALAS
A esta altura del partido, el vaso estará medio lleno o medio vacío, dependiendo del lugar desde el que las cosas se observen. Tras muchas idas, venidas y varias contradicciones en la táctica y en cuestiones de alineación, Frank de Boer parece estar encontrando el equipo. El once titular que empleó ante FC Dallas dio la mejor versión de la temporada, pese a perder el partido.
La gran noticia positiva es que de la mano del entrenador europeo Ezequiel Barco está dando la
talla finalmente como gran figura del equipo y de la liga. El volante que luce el 8 en su espalda es el 10 que Atlanta United necesita para cubrir la gran baja que generó la venta de Miguel Almirón, una de las grandes figuras del equipo en sus dos primeros años de vida.
En sentido negativo, personalidades clave del equipo no lucen en su mejor estado futbolístico. Como ejemplo, Julian Gressel no es tan punzante como el año pasado, Josef Martínez (el hombre-récord anotador en 2018) apenas lleva dos goles en esta temporada regular, y la solidez defensiva -factor determinante del conjunto rojinegro en los últimos Playoffs- mermó enormemente.
Un apartado diferente es el de la situación de Gonzalo 'Pity' Martínez. El volante ofensivo
argentino -campeón de la Copa Libertadores con River Plate- fue desginado en diciembre como el mejor jugador de Sudamérica. Las lesiones y quizás una falta de adaptación completa a su nueva vida en Estados Unidos han impedido todavía ver en MLS a ese talento. De Boer lo sabe y busca conducir de la mejor manera la puesta a punto de un 10 en deuda todavía con Atlanta y sus hinchas.
INJUSTICIAS DEL FÚTBOL Y UN FANTASMA AMABLE
En partidos recientes el equipo creó ocasiones que no terminó de aprovechar, o que fueron finalmente desbaratadas por sus adversarios. Hoy Atlanta United está lejos del fulgurante modelo que fue el equipo de Martino, pero a uno le queda la sensación que por la calidad de sus integrantes y por la insistencia del trabajo del actual cuerpo técnico, los ajustes para conseguir marcar de manera frecuente y sumar de a tres puntos con consistencia llegarán para quedarse en uno u otro momento.
"A veces el fútbol es injusto", analizó Frank de Boer tras la caída ante FC Dallas. Pese a la amargura de los malos resultados que se acumulan, en público el holandés se mantiene optimista.
Confía en que -en un punto próximo de la temporada- las oportunidades generadas se transformen en goles. Que esos goles se conviertan en triunfos. Que esos triunfos pongan a su equipo por encima de 'la línea roja' que separan a los clubes de postemporada de los que no lo son.
Y que, por fin, esa situación lo deje vivir de forma algo más tranquila junto al gentil fantasma de Gerardo Martino, al que nadie puede desalojar del templo del Mercedes-Benz Stadium, que en 2018 se puso a los pies de quien ahora es seleccionador de México.
Sin haber pateado una pelota en 2017 y 2018, 'Tata' fue quizás la máxima figura del fenómeno de masas en el que se volvió Atlanta United. En un 2019 de rendimientos flacos, a de Boer le toca resistir frente a ese material de leyenda, contra es que es muy difícil combatir. Solo una buena campaña dará al holandés paz y tiempo para profundizar en su estilo.
La primera gran ocasión para poner en marcha esa trayectoria se la dará el encuentro del sábado 27 de abril, cuando Atlanta United FC reciba a Colorado Rapids (6 pm ET / MLS LIVE en ESPN+), que -con diferencia- es el conjunto más débil de la liga en este momento.