Este domingo de segunda división en Inglaterra, cuya noticia principal debió haber sido la histórica confirmación del primer futbolista cubano en Premier League, Onel Hernández, con el ascenso directo del Norwich City, fue acaparado por el incidente del Leeds United de Marcelo Bielsa.
¿Fair Play de Bielsa con el Leeds? La otra historia
Puesto en contexto, el gesto del argentino cediendo un gol ante el Aston Villa disfraza una temporada decepcionante y un vestidor dividido.
A primera vista, el gol que el Leeds se dejó meter contra el Aston Villa, luego de irse al frente en el marcador haciendo un tanto con un jugador rival caído, ha sido interpretado como un gesto de Fair Play. Más aún si se considera que tras el 1-1 final, la escuadra de Bielsa no podrá ascender directamente.
Sin embargo, la crónica del Leeds-Aston Villa del diario inglés The Guardian señala que los futbolistas de Bielsa anotaron el 1-0, pese a los reclamos de los jugadores del Aston Villa de sacar el balón afuera, por la frustración de saberse marginados del ascenso directo antes del silbatazo inicial.
Y es que las victorias previas del Norwich y del Sheffield United implicaron que, además de vencer al Aston Villa en la penúltima jornada, el Leeds debía ganar su último partido contra Ipswich Town por más de diez goles de ventaja.
Dicha frustración por parte de los futbolistas del Leeds también se reflejó en la riña posterior al 1-0. Imágenes televisivas muestran al delantero Patrick Bamford del Leeds fingiendo una agresión de Anwar Ghazi del Villa. El árbitro Stuart Atwell compró la simulación de Bamford y expulsó a Ghazi injustamente.
Entonces, las mismas imágenes mostraron al entrenador del Villa, Dean Smith, y su asistente, el legendario John Terry, reclamando a Bielsa airadamente. Cuando el argentino decidió instruir a los suyos a dejarse meter gol, su propio capitán, el defensa sueco Pontus Jansson, estalló en furia contra Bielsa... e intentó impedir el empate, pero su barrida falló.
“Sí, yo le sugerí a Bielsa concedernos el gol en señal de deportividad y él aceptó,” dijo Smith. “Pero creo que no todos sus jugadores estuvieron de acuerdo.”
Cabe señalar que el referí Atwell no detuvo el partido en la jugada del 1-0 porque el hombre caído del Villa no había sufrido un golpe en la cabeza: cayó producto de un choque común y corriente. Según reglas de la FA, únicamente situaciones como choque de cabezas, concusión, o síncope, obliga a detener el partido de inmediato.
De modo que el gol de Leeds no solamente era legal, también era legítimo.
Para entender en contexto la situación de la escuadra de Bielsa, este párrafo de la crónica del Guardian cuando el marcador permanecía 0-0 es esclarecedor:
“Después de mirar cómo su equipo lideró la tabla durante casi toda la temporada, los fans del Leeds deben sentirse como turistas en un avión yendo hacia un destino cálido y paradisíaco, justo cuando la nave debe aterrizar de emergencia en un lugar frío y horrible.”
En la superficie, el incidente del gol cedido luce como un gesto aplaudible que, sin embargo, disfraza una temporada que empezó bien, pero que está terminando mal.
El Leeds no solo perdió el ascenso directo ante equipos con técnicos de bajo perfil y presupuestos menores como el Norwich y el Sheffield, sino que ahora podría enfrentarse en playoffs a un Aston Villa que venía de diez victorias consecutivas.
Tristemente, los últimos años de la carrera de Bielsa están llenos de imágenes “políticamente correctas” que esconden vestidores rotos y proyectos abortados en pretemporada o a media temporada. Se trata de un hombre que sabe ofrecer disculpas ante los micrófonos, pero que ahora le debe una, en la intimidad de un entrenamiento, a su propio capitán Jansson.