Raúl Méndez | Mexicanos sin salida

Ningún futbolista mexicano protagonizó algún movimiento en el cierre del mercado europeo. Raúl Jiménez, Jesús Manuel Corona, Héctor Herrera y Diego Lainez se quedan en sus clubes con realidades diferentes.

Durante esta atípica ventana de transferencias los rumores colocaron a Jiménez en la órbita de Juventus, Real Madrid y Manchester United. En la Vecchia Signora fue más el runrún porque Andrea Pirlo, en su estreno como entrenador, quería a Edin Dzeko para apuntalar el ataque tras la salida de Gonzalo Higuaín a la MLS, pero Roma se opuso porque no llegó a un acuerdo con Nápoles por Arkadiusz Milik, quien iba a suceder al bosnio en la Loba. Pirlo debió conformarse con el regreso de Álvaro Morata.

En una rueda de prensa a Zinedine Zidane se le cuestionó por el supuesto interés en el Lobo mexicano y sin nombrarlo se limitó a decir que la plantilla de Real Madrid estaba cerrada y así fue finalmente. En la posición del nueve que gobierna Karim Benzema se quedan Luka Jovic y Mariano como supuestas alternativas.

Manchester United quería reforzar su ataque para acortar las distancias que lo separan de Liverpool y Manchester City en la Premier, además de ser competitivo en su regreso a la Champions League. Por más que ofertó no convenció al Borussia Dortmund para rebajar el precio por Jadon Sancho. Sobre la hora consiguió a Edinson Cavani, que había sido ofrecido por su hermano al Atlético de Madrid, Real Madrid y Benfica. Realmente necesitaban defensas centrales y quizá hasta un entrenador.

Jiménez viene de firmar una temporada espectacular que va más allá de los goles. Está hecho al estilo del Wolverhampton, un equipo combativo el de Nuno que ha ofrecido batalla al Big Six en sus dos campañas en la Premier. Esos años condenado a un rol muy secundario en el Atlético de Diego Simeone y el Benfica de Rui Faria hicieron de Raúl un futbolista completo: su disposición para apretar y morder al rival, bajar a defender y todavía regresar a su posición de ataque para abrir espacios, asistir o definir lo han encumbrado como el mejor futbolista mexicano de la actualidad.

Cuando los Wolves temían perderlo el que se marchó fue Jota, uno de sus cómplices, al Liverpool para ser el recambio del poderoso tridente. El portugués es seis años más joven que Jiménez, quien ha renovado contrato para seguir como el estandarte del club hasta el 2024. No es fácil que en Europa se firme una extensión multianual a un jugador que roza los 30 años, señal clara de lo que significa el azteca.

Tecatito fue el otro de los nuestros con un temporadón. Sergio Conceicao le prometió que lo haría un lateral top y cumplió. Al principio el regiomontano no estaba muy conforme, pero acató la decisión del entrenador para retrasar su posición y fue clave en la obtención del doblete del Porto como lo demuestra su designación como el mejor jugador de la liga portuguesa. Sevilla estuvo cerca aunque en esa posición juega su capitán Jesús Navas. Al final, como con Jiménez, Corona no se fue y los que sí se marcharon fueron Alex Telles al Manchester United y Danilo al PSG.

En su última renovación firmó hasta el 2022 y Porto pediría mínimo unos 30 millones de euros.

Lo de Herrera y su permanencia en el Atleti es en condiciones muy particulares. El Cholo es fiel a su guardia pretoriana cada vez más escasa. A menos que estén lesionados o suspendidos, Koke, Saúl y Thomas no faltan en el once del argentino. Ante eso batalló HH en su primera temporada como colchonero. El estilo guerrero y poco creativo del equipo rojiblanco tampoco es el que mejor le acomoda. Le abrieron las puertas si recibía una buena oferta pero prefirió quedarse. Lo buscaron de la Premier, la Bundesliga, la MLS y hasta de China y Catar.

Ahora se ha ido Thomas, pero llega Lucas Torreira, muy del corte que aprecia Simeone. Si no cambia el panorama tal vez busque una salida en invierno.

Y finalmente Lainez necesitaba salir cedido del Betis que no quiere perder la inversión en el mexicano. Desde que llegó sus minutos han sido limitados en un equipo plagado de zurdos. Lo ideal era tener regularidad en otro club para después competir con mayores argumentos por una oportunidad del ingeniero Manuel Pellegrini. Tiene todavía cuatro años de contrato.

Hasta la próxima semana. Cuídense mucho, por favor.